UN POCO DE RISOTERAPIA PARA IR A DORMIR CON UNA SONRISA:

GABRIELA | 27.10.2011

El profesor repartiendo las notas:
Luisito un diez.
Pedrito un ocho.
Juanito un seis.
Jaimito un cero.
Oiga profesor, ¿Y por qué a mí un cero?
Porque has copiado el examen de Pedrito.
¿Y usted cómo lo sabe?
Porque las cuatro primeras preguntas, están iguales, y en la última pregunta Pedrito respondió: "Esa, no me la sé" y tu has puesto: "Yo tampoco".

Jaimito le dice a su padre:
¡Papá, papá, tengo una noticia buena y otra mala!
¿Cuál es la buena Jaimito?
¡Que he aprobado todas!
¿Y la mala?
¡Que es mentira!

Era una vez dos borrachos que se acuestan a dormir en una litera, y el borracho que está en la parte de arriba de la litera antes de dormirse comienza a rezar:
Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, la Virgen María, y el Espíritu Santo. En eso se cae la litera y el borracho que está en la parte de abajo dice:
¿Vistes? ¡Eso pasa por estar durmiendo con tanta gente!

Estaba un borracho en una esquina, cuando una mujer pasa caminando, el borracho la observa y le dice:
¡Adiós fea!
La mujer indignada se da media vuelta y le dice:
¡Borracho!
El borracho con una sonrisa le dice:
Sí, pero a mí, mañana se me pasa.

Erase una vez, un borracho que abordó un autobús en el que viajaba mucha gente, y parándose en el pasillo del autobús, procedió a decir:
Los de la derecha son unos tarados, los de la izquierda son unos idiotas, los de atrás son unos imbéciles y los de enfrente son unos estúpidos. Cuando escuchó eso el conductor, freno sorpresivamente, y toda la gente cayó al piso, incluyendo al borracho, y muy enojado el chofer tomó al borracho por el cuello y le preguntó:
¡Ahora sí, dime, ¿Quiénes son unos tarados, unos idiotas, unos imbéciles y unos estúpidos?
Y el borracho contestó:
Ya ni sé, ¡Están todos revueltos!

Estaban dos hombres en el cielo y uno le pregunta al otro:
¿Y vos de qué moriste?
Congelado, ¿Y tú?
De la risa.
¿Cómo que de la risa?
Sí, es que yo pensaba que mi esposa me estaba engañando con otro hombre, entonces un día le dije que iba a salir por 2 días, pero cuando me fui, regresé ese mismo día para ver si la atrapaba con el otro hombre. Cuando llegué, busqué por toda la casa y no encontré a ningún hombre. Dándome cuenta del error que había cometido empecé a reír y reír hasta que morí.
¡Bruto, si hubieras buscado en la nevera nos hubiéramos salvado los dos!

Dos obreros de la construcción conversan durante el almuerzo:
¿Sabes quién es Miguel de Cervantes?
Pues no...
¡Qué tonto eres! Deberías ir a la nocturna.
Al día siguiente, el primero vuelve a preguntar:
¿Sabes quién es Albert Einstein?
Pues no...
¡Qué tonto eres! Deberías ir a la nocturna.
Otra vez, siguiente día, el mismo obrero pregunta:
¿Sabes quién es Karl Marx?
Pues no...
¡Qué tonto eres! Deberías ir a la nocturna.
Entonces el otro, ya harto, le dice:
Y tú, ¿sabes quién es Pedro Toro?
Pues no...
¡Qué tonto eres! Es el tipo que se acuesta con tu mujer, mientras vas a la nocturna.

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